Monólogo de la típica estudiante de secundaria

Son las 6,00 a.m. El despertador no se calla y no tengo fuerzas ni para tirarlo contra la pared. Ya parece mi madre gritándome y yo sin escuchar ni una palabra.

Estoy muy cansada. No quiero ir al colegio, quiero quedarme en casa, quedarme con las pijamas puestas todo el día. La pereza hace que en mi mente se active un mecanismo que potencia el ingenio para evitar que algún músculo de mi cuerpo se pueda mover.

Dormir hasta las 12, ver un poco de televisión, hacer las cosas que uno hace en vacaciones. Bueno, lo que la mayoría hace.

Ay! Que me traigan el desayuno a la cama. Eso no estaría mal. Un taza de leche con café acompañados por un par de panqueques. Que rico, y..... hablando de comer ¿Donde está mi mamá?

No quiero poner el cerebro a trabajar. No quiero saber que 2 + 2 es 4 o que confusio inventó la confusión. Oh ¿Pero que estoy diciendo esto? ja, ja, tonterías miás. Todo el mundo sabe que Confusio fue un gran escritor, filósofo chino. Aún recuerdo las clases de literatura a cerca de este gran personaje.

Desearía volver a tener 2 años, no tener tanta obligaciones, vivir llena de nada, pensar en nada. O vivr en la época de mis antepasados, esos tiempos en los que la mujer no movía ni un dedo. En aquellos años, sí esos, cuando la mujer no era nadie y los hombres nos mantenían para hacernos felices.

¿Quien fue la tonta que creo los derechos hacia la mujer?

¿Cómo puedo estar diciendo barbaridades como esas? 
Derechos para la mujer.. Porque (x3) se tuvieron que hacerlos para que los “hombres vean que somos capaces de hacer muchas cosas, al igual 
que ellos. Marie Curie, Gabriela Mistral entre otras ganaron un premio Nobel.

Yo valgo, soy inteligente y mucho más... Hombres, no me vengan a decir que por el hecho de ser hombres, son superiores a todo. Cambia esas ideas que sólo lograras enojarte.

Dios mío! te doy todo si el día de hoy me enfermara. No se, fiebre, gripe etc, lo que tu quieras.

AJ, al diablo con tanto deseo, o tendré una tardanza más para mi colección.

En estos días ya próximos a terminar la secundaria, me duele la cabeza y no por llorar por el amor de mi vida, si no por el stress acumulado en todo ser.

Tareas por allá, exámenes por acá, sólo tengo 5 minutos para comer un tamal. 
Un tamal calentado del cumpleaños de mi papá.

Prácticamente ya terminé el colegio, oh no?

Veo el reloj y me dan las 7 de la mañana, aún no me baño, parezco mi abuela al terminar sus clases en el gimnasio. Toda despeinada y cansada.

Pero que fría mañana, bañarme con el agua caliente me calmará un poco.