La primera entrada, la nueva entrada
Antes que nada me gustaría dejar claro para qué he reabierto este espacio, para que sepan ustedes y más que nada yo... porque es posible que lo olvide.
Quiero dejar los temas pasados para abrirme a la nueva persona que soy y más que nada voy a ayudarme: Es hora. Durante meses escribir un diario personal que fue mi mayor terapia, mi desahogo y mi manera de inmortalizar mis pensamientos. Así que, escribir, o mejor dicho, en este caso, tipear es igual a ayudarme. Así mismo, ya no me gusta quedarme callada y lo que actualmente no puedo aceptar es la intolerancia; es por eso que buscaré ayudar a los demás a comprender lo que significa vivir con este trastorno, que es un tema serio.
Para ser sincera, creo que ésta es la razón principal que me ha llevado a reabrir este blog. Para mí, es bastante doloroso cuando me hacen comentarios del tipo “eso no es nada”, “ya, tranquila, ya pasara” o “la medicación no sirve para nada”… Puede que para otra persona no lo sea y les llegué al carajo saber más sobre ellos. Y yo me alegro, de verdad que sí. Pero no es mi caso. Me molesta que haya una creencia popular de que los trastornos mentales se eligen, que la depresión es sólo cuestión de tiempo o que la medicación es un invento para mantenerte drogado. Y es que no es así, para nada.
A veces es más fácil expresar lo que sientes por escrito a desconocidos, que a tu propia familia y amigos.
Carta abismal
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